Jiu-jitsu brasileño o JJB / BJJ

El jiu-jitsu brasileño (también llamado Brazilian jiu-jitsu o BJJ) es un arte marcial, deporte de combate y sistema de defensa personal brasileño de origen japonés, enfocado principalmente en la lucha cuerpo a cuerpo en el suelo. Sus técnicas incluyen lanzamientos, derribos, luxaciones articulares, estrangulaciones y otros tipos sumisiones. Este arte proviene de las técnicas de combate de piso de la escuela Kodokan de judo (ne waza), que fueron llevados a Brasil por Mitsuyo Maeda y otros judokas. Así mismo, su aspecto deportivo fue desarrollado sobre todo por Carlos Gracie, quien transmitió sus conocimientos al resto de su familia y éstos lo utilizaron extensamente en el terreno competitivo de los cuadriláteros de Brasil.
Este arte promueve el concepto de que un individuo pequeño y ligero puede defenderse exitosamente de un oponente más grande y fuerte mediante el uso de técnica, llevando el enfrentamiento al suelo y aplicando sumisiones para someterle. El BJJ suele ser utilizado en el ámbito deportivo, sobre todo en las artes marciales mixtas (MMA) y el grappling. Su sistema de entrenamiento (comúnmente denominado como "rolling" en oposición a "sparring") está casi enteramente basado en la competición, y normalmente utiliza un gi similar al del judo, aunque en tiempos modernos se ha hecho popular entrenar también sin él. El jiu-jitsu brasileño posee un sistema de rangos basado en el de las artes marciales de Japón, y está regido por cuerpos de gobierno exclusivos de cada país.

El jiu-jitsu o jujutsu clásico se desarrolló en el Japón feudal en el distrito de shimakiro, en el que eran comunes las batallas de ejércitos de diferentes clanes formados por los famosos guerreros con armadura o samurai. En dichas batallas las principales armas utilizadas eran el arco (yumi) a grandes distancias; lanzas (yari), alabardas (naginata), garrotes reforzados con placas y púas de hierro (kanabo), bastones reforzados (bo), y sables (katana) en la distancia larga; y cuerdas (hojōjutsu) o cadenas (kusarigama), puñales (wakizashi) y/o cuchillos (tanto) en la distancias media y corta. Como es natural en los enfrentamientos armados, llegaba el momento en que los samurái se encontraban cuerpo a cuerpo con su oponente, o debían capturarlo, e incluso situaciones en las que perdían su arma y debían defenderse de oponentes aún armados. Del combate cuerpo a cuerpo nació el iu-jitsu, ya que los samurái portaban armaduras de placas de metal, madera y cuero reforzado en el campo de batalla, y por ello las técnicas de golpes o patadas resultaban poco efectivas. Por esta razón, proliferaron las técnicas de lanzamientos, luxaciones y derribos para llevar al oponente al suelo, causándole daño con la caída o continuando con la aplicación de técnicas con y sin armas para eliminarlo en el menor tiempo posible. Dentro de estas técnicas podemos citar luxaciones, sumisiones y estrangulaciones, además del uso de armas de corta distancia como la daga japonesa wakizashi o el cuchillo (o tanto), usadas para apuñalar por entre las uniones de las armaduras.
Posteriormente, con el inicio de la era Meiji y la modernización de Japón al inicio del siglo 20, se prohibió el porte de armas tradicionales en público, y las diferentes escuelas tradicionales o "Ryu" que enseñaban el jujutsu sufrieron una etapa de decaimiento. En 1882, un joven profesor de educación física y traductor versado en idiomas internacionales y deportes occidentales, Jigoro Kano, después de haber estudiado dos tipos de jujutsu clásico (la escuela Kito-Ryu, y la escuela Tenshin Shin´yo Ryu) fundó un nuevo arte marcial, el judo, cuyo cuerpo de gobierno, la academia Kodokan, continúa activa hoy día. Gracias a su popularidad en el Japón, el judo desplazó a otros tipos de jujutsu y empezó a ser ampliamente enseñado en escuelas y colegios, así como también practicado por las fuerzas policiales niponas. Asimismo, otras escuelas de jujutsu, Sojutsu (lanza) y kenjutsu (sable) tradicionales, como la Daito Ryu Aikijujutsu, la Hozoin Ryu, la Yagyu Ryu, la Itto Ryu y otras, fueron reformadas por el maestro Morihei Ueshiba durante los años 20 en el arte marcial tradicional japonés conocido hoy en día como aikido.
A partir del final del siglo XIX, algunos maestros de judo migraron del Japón hacia otros continentes, viviendo de la enseñanza del arte marcial y de las luchas promocionales que realizaban. Uno de estos practicantes fue Mitsuyo Maeda, conocido en el mundo del espectáculo de aquel entonces como el Conde Koma. Maeda fue uno de los grandes judokas del Kodokan en esa época y uno de los maestros que recorrieron el mundo, en busca de fama y fortuna. Maeda salió de Japón en 1904 y visitó varios países dando clases de judo y aceptando retos de distintos luchadores de boxeo, savate, lucha libre y varios otros artistas marciales antes de finalmente llegar a Brasil el 14 de noviembre de 1914 a Belem do Pará, lugar donde hoy existe la Academia Conde Coma. Allí se hospedó en la casa del aristócrata brasilero llamado Gastão Gracie, un socio de negocio del circo americano en Belém en ese entonces que ayudo a Maeda en sus exhibiciones y negocios. Los hijos de Gastão Gracie vieron una demostración de Maeda en el Teatro Da Paz y decidieron aprender judo o "Kano Jiu-Jitsu", como era conocido por entonces. Maeda los aceptó como estudiantes, y les entrenó en estas artes al lado de Soshihiro Satake y otros judokas locales. Otro de los estudiantes de estos judokas sería Luiz França, fundador de otra futura línea de jiu-jitsu brasileño.
En 1925 en Río de Janeiro se abrió la primera academia de "Gracie Jiu-Jitsu", como sus dueños denominaron al judo. Carlos invitó a sus hermanos para que le ayudasen a promocionar su academia, y para esto desarrollaron una estrategia comercial poco común. Desafiaban a cualquiera que dudara de la eficacia del jiu-jitsu en un combate sin reglas ni límite de tiempo y peso. El éxito por la efectividad de este sistema en las luchas reales comenzó a darle prestigio al sistema y cada vez más gente se presentaba en la academia de los hermanos Gracie a entrenar. Por otro lado, Carlos se hizo cargo de criar y educar a sus hermanos menores llamados George, de catorce años, y Hélio, de doce años. Desde entonces, Carlos compartió sus conocimientos con sus hermanos, y éstos adaptaron y perfeccionaron las técnicas, dadas sus propias condiciones. También les enseñó su filosofía de vida y los conceptos de nutrición natural, siendo un pionero en la creación de una dieta especial para atletas: la Dieta Gracie, que transformó en sinónimo de la salud dentro del Gracie Jiu-jitsu.
Al entrenar y desarrollar una técnica eficaz para la autodefensa, Carlos Gracie vio en el arte del jiu-jitsu una manera de formarse y convertirse en un hombre más tolerante, respetuoso y seguro. Con el fin de demostrar la superioridad del jiu-jitsu y crear una tradición familiar, Carlos reto a los más grandes boxeadores y luchadores de su época y luego pasó a gestionar las carreras de sus hermanos, como profesores y competidores.

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